En el firmamento de nuestros campos por estas fechas pueden avistarse, sin mucha dificultad, una ingente cantidad de estas diminutas florecillas, que en días ventosos son como estrellas fugaces que incendian de puntos blancos el incipiente verdor de las hiebas que se asoman animadas por las lluvias del otoño.
Narcissus serotinus (narciso de otoño) DSLR, macro 90 mm. f2,8 a f13 - 1/500s. ISO 100
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
SE CRÍTICO CUANDO COMENTES Y RESPETUOSO SIEMPRE.