Un gatito escuálido con la mirada fija en algún sitio. Su pelaje negro contrasta con el entorno que le rodea. Para bien o para mal hace varios miles de años que compartimos el mismo espacio. Está claro que se trata de un animal doméstico, amaestrado, al servicio del hombre. Sin embargo, sus ojos son una ventana abierta a la fiera ancestral que guarda dentro.
Felis silvestris (gato doméstico)
DSLR, 70-200 mm. f2,8 a f8 - 1/160 s. ISO 200 -0,33 EV |
El retazo de luz de la oreja al ojo es un efecto muy bonito.
ResponderEliminar¡Como se nota tu vena de artista de los pequeños detalles!
EliminarBesos.
Buenas noches Emiliano:
ResponderEliminarSoy César, compañero de instituto de Maribel.
Desde hace poco soy aficionado a la fotografía y viendo tu trabajo me siento muy animado a seguir insisitiendo en este maravilloso arte. Lo poco que he visto me encanta.
Gracias por compartirlo.
Saludos, César
Hola César.
EliminarMe alegro mucho de que te gusten las imágenes que has visto y que te animen a seguir disfrutando de esta aficción nuestra. Creo que eso es lo principal: disfrutar.
Espero que tengamos ocasión de seguir compartiendo algunas de las cosas de este "mundillo fotográfico".
Muchas gracias por todo.
Un saludo.