La roja serpiente del ocaso busca ocultarse entre las sombras. Ahora su presencia se hace evidente, pero dentro de poco será imposible distinguirla en la noche. Todo cambiará cuando llegue el alba.
Buen fin de semana !!!
DSLR, 70-200 mm. f2,8 a f5,6 - 1/25s. ISO 200 +0,33 EV
(Para saber donde se oculta la serpiente, haz click en la imagen y pulsa F11) |
Las serpientes no me gustan pero esta roja serpiente del ocaso sí. Es preciosa, Emiliano. Buen fin de semana y a disfrutar de los rojos ;-)
ResponderEliminarGracias Nuria.
EliminarUn abrazo.
El reflejo lo es todo, sin él sería otra bonita fotografía, con él, una imagen magnífica en un interesente concepto que le has querido dar,enhorabuena Emiliano y buen fin de semana :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra mucho que lo entiendas así, Minimal.
EliminarUn abrazo.
Una serpiente a merced de su entorno. Precioso paisaje que con la serpiente, como dice Minimal, se convierte en excelente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Anaximandro.
EliminarUn abrazo.
Qué colores más bonitos Emiliano y me ha encantado el símil de la serpiente!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por dejar tus impresiones, Candi.
EliminarUn abrazo.
Magnífica!
ResponderEliminarAgustín.
Me alegro de que te guste.
EliminarUn abrazo, Agustín.
Un ardiente horizonte,que nos invita a soñar.. Muy bonita... :)
ResponderEliminarEspero que tengas félices sueños, Helen.
EliminarUn abrazo.
Es un momento precioso, irrepetible.
ResponderEliminarAbrazos.
Tienes toda la razón, Balamgo.
EliminarUn momento despues, todo era oscuridad.
Un abrazo.
Que bonito y sugerente texto para una muy bonita y relajante imagen, otro dia que se acaba, pero vendrán muchos mas, un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro que tanto el texto como la imagen sean de tu agrado.
EliminarUn abrazo, Jesús.
Preciosa toda la escena con esos tonos tan cálidos. Feliz fin de semana
ResponderEliminarGracias Ximo.
EliminarUn abrazo.
Espectacular ocaso. Buen fin de semana y un abrazo.
ResponderEliminarTodo un espectáculo natural, si señor.
EliminarUn abrazo, David.
Que puntazo de fotografía. Porque los colores son tremendos, la calidez una pasada, pero ese culebro ahí abajo es lo más de lo más. Que buena !!!
ResponderEliminarUn abrazo, Emiliano.
Me alegro muchísimo de que te guste, Jesús.
EliminarUn abrazo.
Un cielo de fuego para iluminar a esa serpiente roja. Muy buena fotografía. Un abrazo,
ResponderEliminarMe gusta mucho como lo describes, Miguel.
EliminarUn abrazo.
Las tonalidades son geniales y excelente ese reflejo sobre el agua que simula la serpiente. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Rubens.
EliminarMe alegro de que te guste.
Un saludo.
Una maravilla esta fotografía, bien dices, una escena que cinco minutos más tarde no existe.
ResponderEliminarBesos
Cinco minutos despues la serpiente de ocultó en la oscuridad.
EliminarUn beso, Carmen.
Ay, grandes peligros nos acechan -eso dicen- cuando el sol es devorado por la tierra... Es hora de temblar...
ResponderEliminarEso pensaban los antiguos, amigo...
Una gran imagen
Seguramente, en aquellos tiempos, la noche debía provocar muchos temores.
EliminarGracias por pasarte y dejar tu comentario.
Un abrazo.
...chapó Emiliano!
ResponderEliminarTonos y contraluz estupendos.
Saludos y buen Domingo.
Ramón
Muchas gracias, Ramón.
EliminarUn saludo.
¡Mmmmmmm!. Bonito y sugerente ese trazo en medio de la noche.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que lo veas así.
ResponderEliminarUn abrazo, Luz.
Muy buena, con la dificultad de la luz, y la lucha con la
ResponderEliminaroscuridad.
Ángel
Muchas gracias, Ángel.
EliminarUn abrazo.
Esa lengua en forma de serpiente es maravillosa, aunque da un poco de miedo, esa luz, parece que lleva fuego, como si fuera a quemar todo a su paso.
ResponderEliminarEnhorabuena, Emiliano, una foto preciosa.
Bueno... así suele ocurrir con este tipo de ocasos. El Cielo se incendía, y en esta ocasión ha transmitido un poco de su fuego reflejandolo en el agua.
EliminarMuchas gracias por todo.
Un abrazo, Chapiniki.
Esta foto no es tuya, Emiliano: no hay más que ver que en su parte inferior lleva la rúbirca inconfundible del sol.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes mucha razón. Sí el sol no hubiese dejado su firma, la foto sería otra muy distinta.
EliminarUn abrazo, XuanRata.