·. Una visión privilegiada. La tuya, claro, el ver cómo has situado el árbol principal para que se solape con todos sus compañeros para crear una especie de gigante paraguas natural. Genial. Un abrazo Emiliano .· LMA · & · CR
Un árbol solitario siempre es un motivo magnético en fotografía. Pero en esta imagen la composición donde copa y horizonte se confunden le da un giro fantástico, como si la fuerza del árbol fuera capaz de plegar la geografía. Casi se puede ver su crecimiento. Me encanta.
Qué bien vista Emiliano
ResponderEliminarLa personalidad de esa encina impregna todo el paisaje. Hermosa imagen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Preciosa foto, genial y minimalista composición.
ResponderEliminarUn abrazo Emiliano y buena semana :)
Que buen encuadre Emiliano, una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Estupendo lugar, Emiliano, y que bien nos lo muestras en esta fotografía, con una acertada composición para mi gusto.
ResponderEliminarSaludos.
No se te escapa una, Emiliano, has descubierto una nueva especie, la encinamonte, jajajaja.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Feliz semana.
Una hermosa fotografía de Naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Preciosa, parece como si el monte fuera la continuación de la encina.
ResponderEliminarUn abrazo.
·.
ResponderEliminarUna visión privilegiada. La tuya, claro, el ver cómo has situado el árbol principal para que se solape con todos sus compañeros para crear una especie de gigante paraguas natural.
Genial.
Un abrazo Emiliano
.·
LMA · & · CR
Un árbol solitario siempre es un motivo magnético en fotografía. Pero en esta imagen la composición donde copa y horizonte se confunden le da un giro fantástico, como si la fuerza del árbol fuera capaz de plegar la geografía. Casi se puede ver su crecimiento. Me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo