Atravesar un sembrado de habas abandonado, y pensar en una tortilla. Llenarse los bolsillos de un cierto regusto a felicidad. Eso sí que es un gran hallazgo.
DSLR, 17-50 mm. f2,8 a f14 - 1/80s. ISO 200
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Se ve una imagen muy natural. Envidia de la tortillita de habas. Un saludo
ResponderEliminarMe alegra que la veas así, Marco.
EliminarSupongo que la disfrutaría, me lo imagino saboreandola.
Un abrazo.
La naturaleza nos proporciona la mayoría de las veces cosas buenas. Es una fotografía espléndida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Balamgo.
EliminarMe alegra que la imagen sea de tu agrado.
Un abrazo.
Me trae muchos recuerdos esta foto, eso que veo en su dia, era algo normal y cuando tenia la vaina en mi mano, esas habas acaban siendo un manjar de los dioses, pura naturaleza, frescor y verdor, un bonito paseo por el campo y con ganas de repetir.
ResponderEliminarUn abrazo y cuidate.
Me alegra enormemente que hayas rememorado esos recuerdos que declaras.
EliminarUn abrazo, Bird.
Di que si, Emiliano, pequeños placeres, grandes hallazgos. Una luz magnifica. Un abrazo.
ResponderEliminarCosas como estas, pequeñas, son las que debemos valorar. Son tan importantes !!!
EliminarGracias por tu aportacion.
Un abrazo, David.
... Para cualquier otra cosa, Mastercard. Me ha gustado mucho el encuadre que nos has ofrecido y ese paso suave de los verdes a los azulados del cielo, como para no llamar la atención del verdadero motivo principal de la imagen. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu interpretación, Carlos.
EliminarTienes la facultad de fijarte en los detalles más sutiles.
Un abrazo.
La dicha de lo sencillo. ¡Como entiendo que tus bolsillos se llenaran de felicidad! Se nota en esa forma de tocar la rama, rozándola apenas para recoger las habas. Eso y el campo que lo arropa todo: una delicia, vaya.
ResponderEliminarAunque yo participé (estaba presene y tomé la foto) el que realmente se llenaba los bolsillos de felicidad era mi amigo César (el retratado), pero, bueno, esa tipo de sensaciones son fáciles de contagiar.
EliminarGracias por tu visita y comentario, Nuria.
Un abrazo.
Bello canto a las cosas que realmente cuentan. Besos.
ResponderEliminarLas cosas sencillas, Salomé.
EliminarUn abrazo.
Ese hallazgo es todo un gran manjar... Las primeras tiernitas están exquisitas:))
ResponderEliminarUn beso.
Ummm, qué ricas !!!
EliminarMi madre hace un guiso con ellas que no tiene precio (a lo mejor es porque lo hace mi madre).
Un abrazo.
Sobre todo el regusto a felicidad...MMmhhh...así me siento así, imaginado que él soy yo.
ResponderEliminarBesos,
Pues disfruta, Pat, disfruta.
EliminarMe alegro que hayas atrapado ese regusto.
Un abrazo.
Un camino lleno de felicidad y no solo de eso y no solo por las habas, sino por ese cielo y ese horizonte que rodean al caminante y del que no me cabe duda es imposible abstraerse.
ResponderEliminarUn abrazo
Completamente de acuerdo, Luis.
EliminarTe fijas en el horizonte y en el cielo. Yo también creo que forman una parte muy importante de la escena.
Gracias, como siempre, por aportar tu comentario.
Un abrazo.
Estupenda composición, con el factor humano en una esquina del primer plano, un bonito cielo y una cuidada paleta de verdes.
ResponderEliminarSaludos.
Me alegro que te guste, Jesús.
EliminarEl campo está exuberante, aunque me temo que estos verdes, al menos por mi tierra, tienen los días contados.
Un abrazo.
Nuestro espíritu recolector sigue vivo, solo falta darle la oportunidad y seguir el instinto.
ResponderEliminarSin duda un momento muy especial, Emiliano. En cuanto al tratamiento de la imagen, echo en falta más sombras, al suavizarlas tanto tal vez se haya perdido un poco de profundidad, pero sin ver el raw es dificil juzgar.
Un abrazo.
Buena exterpretación, XuanRata.
EliminarNo acabo de entender lo de las sombras, yo las veo nitidamente sobre el "recolector" y sobre el verde talud situado a sus espaldas.
Un abrazo.
Bonita foto con un paisaje estupendo, muy agradable imagen.
ResponderEliminarUn saludo, Ángel
Gracias Ángel.
EliminarUn abrazo.
La naturaleza, las cosas sencillas que nos proporciona se convierten en momentos de felicidad.
ResponderEliminarUna imagen muy grata y cotidiana para mi, relaja.
Un abrazo
Buena interpretación, Esmeralda.
EliminarEs estupendo que te haya producido esas sensaciones.
Un abrazo.
Pues no diría yo que no, y es que hablando de habas....
ResponderEliminarMe gustan foto y texto.
Un abrazo
Gracias por participar en este hallazgo.
EliminarUn abrazo, Alfredo.
Qué nítida y qué luz tiene la fotografía!. Desde el primer plano hasta el infinito. Me gusta el que hayas puesto a la persona encuadrada en un lado. Un foto realmente muy bonita, Emiliano, Un abrazo :)
ResponderEliminarTus palabras son de agradecer, Gumer.
EliminarY son una gran alegría para mi.
Un abrazo.
Totalmente de acuerdo. Son pequeñas cosas y momentos los que nos aportan la verdadera y perdurable felicidad.
ResponderEliminarExcelente toma
Un abrazo
O al menos unos momentos para saborearla.
EliminarGracias por tu aportación, Ángel.
Un abrazo.
Hay muchas pequeñas cosas que nos llenan de felicidad y la mayor parte de las veces no nos damos cuenta. Muy buena luz en la foto. Un abrazo.
ResponderEliminarLa tarde estaba preciosa, previamente había granizado, pero ahora las nubes tenían un aspecto amenazador pero mucho más amigable.
EliminarGracias por participar con tu comentario, Japy.
Un abrazo.
Muy buenas, quiero agradecerte tu comentario en blog, lo que me ha dado la oportunidad de llegar hasta aquí, así que con tu permiso me quedo echando un vistazo y amenazo con volver.
ResponderEliminarUn saludo.
Bienvenido Francisco.
EliminarVuelve cuando quieras, siempre serás bien recibido.
Un saludo.
Un magnífico recuerdo de una jornada de buena comida, amigos y familia, seguida de un buen paseo atravesando campos y alambradas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Emiliano.
Un magnífico recuerdo, Paco.
ResponderEliminarLo pasamos bien y no sé por qué no promovemos más jornadas como estas.
Un abrazo.
Bello hallazgo...una composición extraordinaria.
ResponderEliminarLos contrastes del paisaje son maravillosos.
Buena foto compañero.
Un abrazo
Gracias por tus palabras, Juan Víctor.
EliminarUn abrazo.
La virtud de saber disfrutar con pequeñas cosas. Tengo que aprender a distinguir un sembrado de habas abandonado.
ResponderEliminarUn saludo,
Si Roberto, una gran virtud.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte y dejar tu comentario.
Un abrazo.