Brillando entre las sombras de las nubes y propagando al viento el aroma de sus flores, los piornos tiñen de luminoso amarillo las laderas de la Sierra de Gredos.
Parece increíble que en tan solo seis meses haya cambiado tanto el panorama, y de unas nubes que rompían la monotonía del cielo azul, hayamos pasado a tener sobre nuestras cabezas unos nubarrones oscuros y tenaces que ponen cerco a nuestra sonrisa y minan nuestro estado anímico.
DSLR, 17-50 mm. f2,8 a f13 - 1/200s. ISO 200 - 0,33 EV |
Sobrecogedoramente bella. Abrazos.
ResponderEliminarSi además de la imagen pudiésemos percibir su olor, esa belleza que nombras se vería varias veces multiplicada.
EliminarUn saludo.
Una composición muy bella de un lugar igualmente bello que he visitado unas pocas de veces, si no me equivoco es la laguna del Duque en gredos, un lugar para relajarse y darle un gustazo a la vista
ResponderEliminarEfectivamente, es la la Laguna del Duque.
EliminarMe alegro de que la hayas reconocido y que te agrade la imagen.
Un abrazo, Jesús.